felicidad de nuestros hijos

Da la oportunidad a tus hijos de permitirse el lujo de disfrutar estando solos.

shutterstock_714607522.jpg

Los niños necesitan aprender a estar solos. Muchos niños se quejan constantemente de que están aburridos, de que no tienen nada que hacer, de que no les gustan los ratos de ocio. Estos son los sentimientos de niños que han crecido pensando que los demás tienen la obligación de tenerlos entretenidos.

Preparar los distintos ambientes de tu hogar con espacios pensados para ellos, les ayudará a generar la independencia que necesitan para moverse por si mismos y encontrar siempre algo que hacer, aún desde muy pequeños.

Enséñales desde temprano a entretenerse con libros y tenerlos siempre a su alcance. Un niño a quien le gusten los libros nunca sentirá luego en la vida que no tiene nada que hacer. Ser capaz de escaparse a su propio espacio privado para leer, le dará ventajas sobre quien no puede hacerlo.

shutterstock_454663033.jpg

Así con otros ambientes de tu hogar; si los niños tienen sus espacios en la cocina adaptados a sus necesidades, sabrán acompañarte con independencia, luego ir a la sala a jugar y seleccionar las actividades que estén dispuestas para ellos, según sus intereses y etapas de desarrollo.

Acostumbramos a los niños a depender siempre de nuestra atención y cuando están aburridos, cargamos el peso de mantenerlos ocupados todo el tiempo, de encenderles la televisión, de comprarles un juguete nuevo o de escoger nosotros lo que deben hacer. Y lo que es peor, de darles nuestro teléfono para jugar porque no se nos ocurre nada más. De esta manera el niño crece esperando acción todo el tiempo. Esto se traduce en ansiedad cuando debe quedarse solo.

Deja que tu hijo juegue solo, observándolo siempre a lo lejos por su seguridad pero sin que se sienta observado. Asegúrate de que tenga lugares en toda la casa destinados a él para que pueda estar por sí mismo. La capacidad de estar solo es sumamente importante como forma de evitar la ansiedad y no sentirse amenazado por la soledad. De esta manera no experimentará la angustia de no tener nada que hacer. Esto será muy valioso para que pueda meditar tranquilamente, para experimentar con sus juguetes o inventarse fantasías. Se trata de juegos sanos que los niños tranquilos y confiados emprenderán por su cuenta si se les deja.

No solamente los niños se beneficiarán de los ratos tranquilos de soledad, si no que también son ratos necesarios para nosotros, para estar en calma, para hacer lo que sea que necesitemos hacer incluso compartiendo el mismo espacio.

No interrumpamos los momentos de concentración en los niños. Permitamos que miren un libro tranquilamente sin tener que opinar, o corregir una actividad porque no la están haciendo bien o porque simplemente sentimos el impulso de hacerles saber que estamos allí. Cuando juegan solos, dibujan o se inventan sus propios juegos con sus juguetes, están liberando energía que tal vez, de no poder hacerlo, podrían dirigir su frustración a ser llorones, insolentes o exigentes. Más adelante en su vida, también descubrirán que no necesitan hablar de ello con un terapeuta, ni consumir tranquilizantes. Estarán preparados para ser tranquilos por su propia voluntad en lugar de recurrir a motivaciones externas.


Texto inspirado en el libro “La felicidad de nuestro hijos”, de Wayne W. Dyer

Comenta/comparte este post si te ha parecido interesante.