¿Los materiales o el Adulto Preparado?

Cuando escuchamos acerca de educación Montessori, con frecuencia nos imaginamos un ambiente con mucho espacio y lleno de materiales específicos con una gran inversión económica.


Cuando partimos de esta idea, generalmente pensamos que tenemos dos opciones: una es descartar por completo esta propuesta pedagógica ya que nos cuesta entender cómo funciona, requiere de mucho trabajo y ya tenemos suficiente con lidiar con una casa, la maternidad/paternidad y las obligaciones profesionales.

La otra opción es, confiamos en esta pedagogía y compraremos todo lo que sea necesario, no importa lo que cueste ya que es por la educación de nuestros hijos; lo cual seguramente nos conduzca al estrés, al agobio de estar al día con todo y ser padres los perfectos.

Cuando comencé a interesarme por la pedagogía Montessori tenía estas mismas impresiones, pero cuando empiezas a indagar te das cuenta de que hay algo más y te envuelve la curiosidad así que poco a poco me fui enamorando de sus propuestas de acompañamiento y la forma de percibir la infancia.

Decidí tomar un máster en pedagogía Montessori para profundizar aún más y para mi sorpresa descubrí que los materiales son sólo herramientas y que lo más importante es la preparación del adulto que acompaña al niño. Esta preparación consiste en un trabajo interno del adulto que nos permite reconectar con nosotros mismos, con nuestro niño interior y hacernos ver la infancia desde otra perspectiva, más consciente y más respetuosa del niño y del adulto.

 

Todo este conocimiento me enseñó, sobre todo, a disfrutar mucho más de mi hijo y de mi rol de madre, me enseñó a conocerme mejor y a tener mejores relaciones con otras personas.

 

Es cierto que no todos debemos vernos obligados a tomar estudios formales para ser padres. Hay muchas maneras de acercarse a estos conocimientos partiendo de nuestros intereses y nuestras condiciones de vida. Hoy día existen buenos materiales online, libros, blogs, grupos de juego, seminarios, etc.

 

Comparto contigo a continuación, algunos lineamientos sencillos que podrán darte una idea de lo que propone la Filosofía Montessori en la preparación del adulto.

 

 

 
Montessori en casa, Adulto Preparado
 

La Preparación del Adulto

 

Somos el modelo de nuestros hijos y el principal referente.

 

  1. El cuidado físico y espiritual:

Para cuidar a nuestra familia, necesitamos cuidarnos a nosotros mismos, sentirnos bien con nuestro aspecto y estar saludables.

Comer bien y tener una mínima rutina de ejercicios nos da bienestar no sólo físico sino también emocional.

 

  • Incluye paseos al aire libre, siéntate en el parque a tomar el sol, monta bicicleta o simplemente camina.

     

  • Toma siempre en cuenta tus necesidades y trata de complacerte cada vez que puedas, sobre todo si es importante para tu equilibrio emocional. Toma una siesta cuando la necesites, pide ayuda a una persona de confianza cuando sea necesario.

     

  • Regálate una ducha larga cuando puedas, mima tu cuerpo.

     

  • Tómate algunos momentos al día para respirar, para dar las gracias y visualizar tus intenciones.

  

A través de tu cuidado personal, le estarás transmitiendo a tu hijo indirectamente una gran cantidad de valores que se convertirán en sus propios aprendizajes: me quiero, me valoro, me respeto, soy importante.

 

 

  2. CULTIVA EL APRENDIZAJE

Crecimos en la cultura de que para ser madres y padres es suficiente guiarnos por el sexto sentido. Pero éste, es un sentido puramente animal, que tiene que ver con el instinto de supervivencia relacionado con las necesidades de alimento, cobijo, salud física y limpieza.




Para ser padres en este mundo que cambia tan rápidamente, necesitamos capacitarnos y estar en constante aprendizaje. Para lograrlo puedes:

 

  • Leer más acerca del desarrollo de los niños. Hoy día hay muchas lecturas sencillas destinadas a padres y cuidadores.

     

  • Investiga diferentes cosas relacionadas con el momento presente de tu pequeño, resuelve tus dudas y busca apoyo cuando lo necesites.

     

  • Asiste a cursos o seminarios relacionados con el acompañamiento de tus hijos, por ejemplo, de educación positiva, educación no violenta y respetuosa.

     

  • Explora en internet o en las librerías, temas dedicados a la crianza respetuosa. También los podcast y audiolibros son una buena opción cuando se dispone de poco tiempo.




  • Lee y aprende cosas que te interesen y que no tengan que ver con la crianza. No olvides tus intereses personales y profesionales.

 

  • Aprende a seguir tu intuición. Tómate unos minutos al día para hacer silencio y reconectar con tu interior. Levantarte en la mañana antes de que se despierten los demás, es una buena opción. Incluso sólo 10 minutos al día son un gran paso.

 




 3. CONCÉNTRATE EN EL AQUÍ Y EL AHORA

Es difícil vivir el presente cuando tenemos tantas responsabilidades en la cabeza y muchas veces somos quienes organizamos la logística familiar. Te apunto algunos tips:

 

  • Estructura tu día para que puedas llegar con todo al final del día. Sé realista, no quieras planificar más de lo que real y humanamente es posible.

     

  • Enfócate en una tarea a la vez. Tener una estructura te permitirá organizarte para que puedas focalizarte en eso que estás haciendo.

    ¿Pero cómo enfocarme en algo si debo atender a los requerimientos imprevistos de mis hijos? Es mejor para todos si les dices que estarás con ellos en cuanto termines. Y si es algo que requiere de tu atención inmediata, deja lo que estás haciendo, los atiendes y luego vuelves a tu trabajo. No intentes hacer dos cosas a la vez ya que tu energía se dispersará.

    (Los niños agradecerán un día a día estructurado, les aporta calma y seguridad)

     

  • Menos cantidad y más calidad. Dedícale toda tu atención a eso que estás haciendo, aunque cuentes con poco tiempo. Serás más eficiente y los resultados serán mejores. Esto aplica tanto para tus tareas como para el tiempo que pasas con tus hijos.

     

  • Usa la tecnología con consciencia. A muchos nos encanta la tecnología y además conseguimos que nos simplifique muchas veces el día a día. Sin embargo, también nos hace perder mucho tiempo. Aquí algunas sugerencias: Apaga las notificaciones de las aplicaciones, sobre todo de redes sociales. Silencia los grupos de whatsapp que escriben constantemente y revísalos una o dos veces al día. Evita utilizar el teléfono cuando compartes tiempo con tus hijos y tu pareja, de nuevo te recuerdo que es mejor compartir menos tiempo, pero con más calidad. Evita utilizar el teléfono o la Tablet como recurso para distraer a los niños, será una solución momentánea que traerá muchos problemas a futuro.

     

  • Calma la mente. La mayoría del tiempo nuestra mente está ocupada en recordar el pasado y planificar el futuro sin darnos cuenta de que nos estamos perdiendo lo que ocurre ahora, no permitiéndonos disfrutar del presente. No hay nada más gratificante que tener la posibilidad de parar, respirar y tomarte el tiempo para solamente estar. Cuanto más practiquemos este recurso, más aumentará nuestra percepción del momento presente.

 

Los niños tienen esta increíble capacidad de vivir el aquí y el ahora, intenta acompañar a tus hijos desde esa perspectiva. Permíteles detenerse a mirar una flor aunque tengas prisas por llegar a algún sitio; déjales escuchar el avión que pasa en el momento exacto en el que tenías que darles una orden. Detente a observar los detalles que hacen que tu vida sea más alegre.

 




 4. OBSERVA MÁS

La observación es una herramienta que nos permite detectar las necesidades reales nuestras y las de los niños. Hacer algunos STOP en distintos momentos del día para observar a nuestros hijos, son necesarios para poder atender a las necesidades de aprendizaje en el momento presente. La observación consciente debe realizarse en calma, a distancia y sin enjuiciar, y puede ayudarnos a:

  • Ver las cosas tal como son.

  • Nos permite quitarnos el prejuicio de una situación y responder pedagógicamente en lugar de reaccionar. Por ejemplo, en lugar de “siempre tira la comida”, “veo que está explorando algo, ¿cómo hago para acompañar esta etapa de la mejor manera?, ¿cómo redireccionar esta situación?

  • Ver objetivamente a nuestro hijo para comprender sus intereses y sus necesidades.

  • Redescubrir a nuestro hijo, disfrutarlo y deleitarnos con sus logros.

  • Conectar con nuestro hijo viendo las cosas desde su perspectiva y poder maravillarnos con cada nuevo aprendizaje.

 

No se trata de observa a nuestro hijo para analizarlo ni evaluarlo, si para aprender de él. Piensa que con sus acciones, el niño siempre nos está comunicando algo.

 




5. DESACELERA

Los adultos vivimos a un ritmo muy distinto al de los niños, primero porque tenemos percepciones distintas de las situaciones que se nos presentan y luego porque queremos hacer tantas cosas en un día, que siempre tenemos que correr. Vivimos a toda prisa.

 

Desacelerar es una herramienta que nos puede ayudar a compaginar nuestras rutinas con las de nuestros hijos en el día a día.

 

Vivimos a tanta velocidad que no nos da tiempo de disfrutar la vida. Es como comer un plato exquisito sin saborearlo. Te invito a leer algunos tips que te pueden ser útiles:

 

  • Tómate una pausa antes de pasar de una actividad a otra, por ejemplo, siéntate a tomar un té, cómete un snack entre tiempos o pon un poco de música.




  • Cuando tengas que involucrar a tu hijo en una rutina, pídele prepararse un rato antes de lo que sueles hacerlo. Por ejemplo, si debéis salir de casa a una hora en específico, ayúdale a iniciar la rutina con más anticipación de lo normal. De esta manera él podrá hacerlo a su ritmo y tú no tendrás que hacer las cosas por él a toda prisa.

     

  • No pretendas hacer demasiadas cosas a la vez. Sé realista con los tiempos.

     

  • Di que no a algunas cosas para poder dedicarle más tiempo a lo que realmente disfrutas.

     

  • Cuando le muestras a tu pequeño a hacer cosas por primera vez o notas que comienza a experimentar acciones nuevas por si mismo, dale muchas oportunidades de practicarlo, así cuando tengas un poco de prisa, podrás pedirle que vaya más rápido.

     

  • Cada vez que le pidas a tu hijo que haga algo, cuenta mentalmente hasta diez antes de repetirlo. Los niños necesitan tiempo para procesar la información.

     

  • Asegúrate de darle tiempo a tu hijo para jugar y explorar sin interrupciones.

     

  • Intenta ir lento con tu hijo la mayoría de las veces, porque así cuando eventualmente le pidas que acelere, mostrará más ganas de colaborar.

 




  6.  SÉ EL GUÍA DEL NIÑO, NO SU JEFE.

Nuestro trabajo como padres no es llenar sus mentes de conocimientos ni enseñarle a hacer las cosas a nuestra manera, sino acompañarlo muy de cerca en sus aprendizajes y permitirle descubrir su propia manera de hacer las cosas, con algunas reglas y límites necesarios que protejan su vida y les ayude a comprender cómo funciona el mundo que les rodea.

 

Nuestro trabajo no es evitarles problemas a nuestros hijos ni resolverlos cuando los tengan, si no acompañarlos y apoyarlos siempre que lo necesiten.

 

Ser un guía es:

  • Proveerle de oportunidades de aprendizaje, pero darle espacio y tiempo suficiente para que el niño trabaje por si solo.

  • Respetar su individualidad.

  • Estar disponible cada vez que te necesita.

  • Ser respetuoso, amable y coherente con lo que esperas de él.

  • Ayudarlo a tomar responsabilidad sobre sus acciones.

  • Escucharlo sin necesidad de aprobarlo o desaprobarlo.

  • Aceptar que no hay una manera de hacer las cosas.

  • No tenemos que ser sus sirvientes, sino ayudarles a que hagan las cosas por sí mismos.

  • Proveerle al niño de muchos momentos de independencia para que no dependa del adulto en todo momento.

  • Cada vez que tu hijo necesite de tí para algo, pregúntate, qué puedo mejorar o cambiar en el ambiente para que pueda lograrlo por si solo. Por ejemplo, si necesita de tí para descolgar la chaqueta antes de salir de casa, procúrale un colgador a su altura. Si necesita ayuda para coger la cuchara para el cereal, colócala en un cajón a su alcance.

  • Modela en ti, lo que esperas que aprendan tus hijos. No podemos esperar que los niños hagan algo que nosotros no hacemos.







7. CELEBREMOS LA MATERNIDAD/PATERNIDAD

No tenemos que ser padres perfectos ni lamentarnos porque no estamos en la situación ideal o no podemos dar a nuestros hijos todo lo que esperamos. Hacer lo mejor que podemos, con las herramientas que tenemos, es lo que nuestros hijos necesitan.




Este modo de ver la educación de nuestros hijos requiere un enorme nivel de conciencia que solamente puede crecer si nos preparamos para ello y practicamos la autoobservación. ¡No dejemos nunca de aprender y ser curiosos!





Texto inspirado inspirado en: “El pequeño Montessori en Casa”, De Simone Davies


Si te interesa saber más, puedes dar un vistazo a nuestro taller 100% online:



 

Cómo crear un hogar Montessori

14 capítulos para introducirte en la filosofía Montessori y crear un ambiente preparado en casa al alcance de tus hijos.

 
 
 
 

¿Se Nace o se hace?

He encontrado en uno de mis libros un texto que explica de una manera sencilla pero muy precisa, cómo ocurren los aprendizajes en los primeros años de vida y lo importante que son, específicamente, los primeros tres.

Cada vez que pienso en que si hubiera tenido este conocimiento antes, hubiera hecho las cosas diferentes desde el primer momento de mi maternidad. Así que, si eres madre, padre, abuelx o tutor de un pequeñín, esta información es oro puro.



¿Cómo empieza

el desarrollo del cerebro?


Muchos hemos pensado alguna vez, que el cerebro de los niños nace como una caja vacía y que los adultos somos lo que tenemos que llenarlo con un montón de información. Pero la ciencia ha demostrado que no es así. Estudios realizados con las mejores tecnologías han podido descubrir cómo es la estructura del cerebro desde la gestación, cómo utiliza su energía y el flujo sanguíneo, y cuál es el papel que juegan los neurotransmisores para ser capaces de pensar, percibir y aprender. Esto ha sido un descubrimiento extraordinario para guiar el acompañamiento al niño en su primera infancia.

El cerebro empieza siendo un pequeño grupo de células en el feto y a partir de la cuarta semana de embarazo, ésas células empiezan a clasificarse según la función que un día desarrollarán y migran a la parte del cerebro que están destinadas a ocupar. La naturaleza proporciona al cerebro muchas más células de las que necesitará así que las que no se utilizan desaparecerán y las que sí, permanecerán creando una serie de conexiones neuronales llamadas “sinapsis”.

Luego del nacimiento, el cerebro permanece “en construcción” durante los primeros 3 años de vida y lo que el niño experimenta día a día, sus experiencias sobre sí mismo y sobre el mundo que lo rodea, va creando una serie de conexiones cerebrales. La estimulación del mundo que lo rodea, experimentada a través de los sentidos (oler, oír, saborear, ver, tocar), permitirá al cerebro crear o modificar esas conexiones y transformarlas en aprendizajes para toda la vida.

Otro nuevo descubrimiento de la ciencia es que el cerebro adulto es asombrosamente flexible y que al contrario de lo que se pensaba antes, sí que podemos crear nuevas conexiones neuronales en la madurez. Sin embargo el cerebro del niño posee unas “ventanas de oportunidades” en momentos determinados de su infancia en las que tienen lugar aprendizajes importantes (como el desarrollo del lenguaje), que necesitan ser aprovechadas en su justo momento para que puedan desarrollarse con normalidad.

Muchas veces cuando observamos a un niño de 2 ó 3 años con algún retraso en el lenguaje o en sus movimientos, pensamos que seguramente tiene algún problema mayor. Sin embargo lo que suele ocurrir es que estos niños no han tenido suficientes estímulos a su alrededor que hayan permitido desarrollar sus habilidades en el período sensible a dichos aprendizajes.

Conocer las necesidades del niño en cada etapa de su desarrollo nos permitirá a los adultos, prepararnos para poder responder a estas “ventanas de oportunidades” que se dan naturalmente durante el crecimiento.


Entonces, ¿se Nace o se hace?


Seguramente te has preguntado de dónde ha sacado tu hijo ciertos rasgos y cualidades, y porqué si tienes más de un hijo, cómo pueden ser tan diferentes entre sí.

Está demostrado que la genética define muchos rasgos y cualidades en los hijos, como por ejemplo, la forma de la nariz, la destreza para lanzar el balón o subir a un árbol, la forma de andar e incluso, el optimismo o la depresión. Si los genes son tan poderosos, ¿importa en realidad lo que hagamos como padres?

La respuesta es ¡sí!. Aunque el niño herede ciertos rasgos y tendencias a través de los genes, el desarrollo de dichos rasgos no está fijado. El niño puede llegar al mundo con ciertas disposiciones, pero su interacción con sus adultos más cercanos formarán la persona en la que se convertirá.

El cerebro da forma al comportamiento, y el comportamiento da forma al cerebro
— Jane Healy

Los padres y cuidadores tenemos la responsabilidad de prepararnos nosotros y al entorno del niño, para acompañarlo en el descubrimiento de su propio ser.

Y si tenemos hijos mayores, ten en cuenta que el cerebro humano nunca deja de crecer y nunca pierde la capacidad de formar nuevas conexiones. El cambio puede ser más difícil a medida que somos mayores, pero el cambio -de actitudes, comportamientos y relaciones- siempre es posible.

 
 
 

Alguna Bibliografía que puede serte útil para ayudarte a reconocer los períodos sensibles del niño o “Ventanas de oportunidades”, como las llamaba María Montessori:

  • El niño el secreto de la infancia, María Montessori.

    Este libro nos da una visión clara del desarrollo del niño en sus primeros años de vida. Nos ayuda a entender cada etapa y a ofrecerle lo que necesita.

  • Un ser humano. La importancia de los primeros tres años de vida, Silvana Montanaro.

    Este libro nos habla del comienzo de la vida desde el mismo momento de la gestación. Nos habla de lo que no vemos y de lo importante de saber qué pasa y tener conciencia de lo que sucede.


 
 
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Educar para un Mundo mejor

Normalmente pensamos que quienes pueden cambiar el mundo son los gobiernos, las ONG, las fundaciones o las personas que tienen mucho dinero y poder; entonces nos frustramos porque no han hecho esto o aquello que pensamos que debería hacerse.

La verdad es que el cambio está en cualquier persona en cualquier lugar del mundo, que haya tenido la oportunidad de crecer con el acompañamiento consciente de un adulto que le ha permitido desarrollar todo su potencial respetando su individualidad.

El cambio está en cada madre y padre que decida abordar la maternidad/paternidad con más conciencia y que realmente comprenda la importancia de la primera infancia para el ser humano adulto.

La Dra. María Montessori descubrió que el hombre adulto se desarrolla en los primeros 6 años y que en esta etapa absorbe más información que el resto de su vida. En estos años, el rol de la familia es determinante ya que es el referente del niño. De sus personas más importantes y su ambiente más cercano absorbe el lenguaje, la cultura, absorbe conceptos, actitudes y juicios.

Esto quiere decir que no hay niño que nace malo. Los niños nacen bondadosos, el ambiente y el entorno son los que, de alguna manera, pervierten a los niños y niñas, queriéndolos adultos demasiado temprano y sembrando en ellos a través de nuestro ejemplo sin darnos cuenta, la envidia, el rencor, la frustración, la desconfianza, la inseguridad y falta de empatía.

María Montessori también descubrió que el niño posee una mente absorbente capaz de absorberlo todo a su alrededor con su vida misma y sin ningún esfuerzo. Esta información se queda grabada en sus células y lo acompañará durante todo su desarrollo hasta la madurez.

El niño coge de su ambiente todos sus aprendizajes como una esponja, tanto los buenos como los malos, sin discernir, aprende de cómo nos movemos y cómo hablamos aunque no nos estemos dirigiendo directamente a ellos. Aprende de cómo nos relacionamos con el mundo y con los demás.

Los niños nacen conectados con lo esencial, con sus necesidades intuitivas naturales. Sus manifestaciones son auténticas: se emocionan, se sorprenden, son sinceros e inocentes pero los adultos le incitamos constantemente para que logre moderar, controlar y manipular esa parte hasta anular su propia personalidad y a ser un reflejo del adulto.

Parece ser que, dadas las características del entorno familiar en el que vive el niño y el tipo de convivencia social en el que se desenvuelve determina su personalidad en la adultez, olvidándose de lo que solía ser y sentir de niño, desconectándose de su yo interior.

 
 

Nuestro trabajo en la lucha por un mundo mejor es cuidar la naturaleza bondadosa del ser humano a través de la infancia y de cada uno de los niños con los que nos relacionamos. Somos los cuidadores y responsables de velar porque la llama interior de cada uno permanezca siempre encendida y siga su propio camino, sin desviarse.

La educación Montessori no sólo en la escuela sino en el hogar, le da la oportunidad a los niños para convertirse en mejores seres humanos para el mundo del mañana y a cargarse de herramientas para construir el mundo en el que desean vivir. También nos da a los adultos el conocimiento necesario y la preparación para acompañarlos en esta misión.


Apostemos por una educación que:

  • Permita al niño moverse para perfeccionar sus movimientos, caerse y levantarse, trepar, correr y levantar objetos pesados; guiados por ese deseo de retarse a ellos mismos.

  • Que lo provea de ambientes preparados que le permitan explorar con seguridad y descubrir el mundo que lo rodea. Con actividades diarias dentro de los espacios y al aire libre, que involucren sus sentidos. Que le permita ensuciarse, ir descalzo, chapotear el agua, oler, saborear y correr bajo la lluvia.

  • Que pueda ofrecerle libertad en su quehacer diario. La libertad lo ayudará a crecer y ser un aprendiz curioso, a experimentar por su cuenta y realizar descubrimientos.

  • Que le marque límites claros y coherentes. Los límites lo mantendrán seguro y le enseñará el respeto por sí mismo, por los demás y el mundo que lo rodea. Los límites también ayudan al adulto a mantener un orden y estructura en el día a día y a crear un ambiente de calma, evitar confusiones y disgustos.

  • Que le permita al niño decir “no”. Los niños pasan por una de las fases de desarrollo más importantes de su infancia, la auto-confirmación. Se dan cuenta de que son seres independientes de sus padres, que su palabra tiene poder y que necesita que validen sus sentimientos y lo reconozcan como un ser único.

  • Que sea estructurada y consistente. Los niños necesitan que las cosas sean siempre iguales cada día, los objetos en el mismo lugar y las mismas reglas y la misma manera de hacer las cosas. Esto le ayudará a entender cómo funciona el día a día, le dará sentido a su mundo y le dará la confianza que necesita para explorar por sí mismo.

  • Que comprenda los tiempos de cada niño, que viva sin prisas.

  • Que apueste por la comunicación multidireccional. Que sepa escuchar al niño y que sepa dirigirse a él. Que conecte con la mirada y con sus emociones.

  • Que confíe más en el niño. Que lo haga sentirse parte de la comunidad. Al niño le encanta colaborar en los ambientes, aportar con su trabajo y esfuerzo porque sólo a través de sus manos será capaz de desarrollarse plenamente.

El futuro está en nuestras manos 🙌

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Algunos texto han sido inspirados en la siguiente bibliografía:

“Un ambiente preparado para la vida”, de Marco Zagal y Betzabé Lillo Orellana

“El pequeño Montessori en Casa”, De Simone Davies

Da la oportunidad a tus hijos de permitirse el lujo de disfrutar estando solos.

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Los niños necesitan aprender a estar solos. Muchos niños se quejan constantemente de que están aburridos, de que no tienen nada que hacer, de que no les gustan los ratos de ocio. Estos son los sentimientos de niños que han crecido pensando que los demás tienen la obligación de tenerlos entretenidos.

Preparar los distintos ambientes de tu hogar con espacios pensados para ellos, les ayudará a generar la independencia que necesitan para moverse por si mismos y encontrar siempre algo que hacer, aún desde muy pequeños.

Enséñales desde temprano a entretenerse con libros y tenerlos siempre a su alcance. Un niño a quien le gusten los libros nunca sentirá luego en la vida que no tiene nada que hacer. Ser capaz de escaparse a su propio espacio privado para leer, le dará ventajas sobre quien no puede hacerlo.

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Así con otros ambientes de tu hogar; si los niños tienen sus espacios en la cocina adaptados a sus necesidades, sabrán acompañarte con independencia, luego ir a la sala a jugar y seleccionar las actividades que estén dispuestas para ellos, según sus intereses y etapas de desarrollo.

Acostumbramos a los niños a depender siempre de nuestra atención y cuando están aburridos, cargamos el peso de mantenerlos ocupados todo el tiempo, de encenderles la televisión, de comprarles un juguete nuevo o de escoger nosotros lo que deben hacer. Y lo que es peor, de darles nuestro teléfono para jugar porque no se nos ocurre nada más. De esta manera el niño crece esperando acción todo el tiempo. Esto se traduce en ansiedad cuando debe quedarse solo.

Deja que tu hijo juegue solo, observándolo siempre a lo lejos por su seguridad pero sin que se sienta observado. Asegúrate de que tenga lugares en toda la casa destinados a él para que pueda estar por sí mismo. La capacidad de estar solo es sumamente importante como forma de evitar la ansiedad y no sentirse amenazado por la soledad. De esta manera no experimentará la angustia de no tener nada que hacer. Esto será muy valioso para que pueda meditar tranquilamente, para experimentar con sus juguetes o inventarse fantasías. Se trata de juegos sanos que los niños tranquilos y confiados emprenderán por su cuenta si se les deja.

No solamente los niños se beneficiarán de los ratos tranquilos de soledad, si no que también son ratos necesarios para nosotros, para estar en calma, para hacer lo que sea que necesitemos hacer incluso compartiendo el mismo espacio.

No interrumpamos los momentos de concentración en los niños. Permitamos que miren un libro tranquilamente sin tener que opinar, o corregir una actividad porque no la están haciendo bien o porque simplemente sentimos el impulso de hacerles saber que estamos allí. Cuando juegan solos, dibujan o se inventan sus propios juegos con sus juguetes, están liberando energía que tal vez, de no poder hacerlo, podrían dirigir su frustración a ser llorones, insolentes o exigentes. Más adelante en su vida, también descubrirán que no necesitan hablar de ello con un terapeuta, ni consumir tranquilizantes. Estarán preparados para ser tranquilos por su propia voluntad en lugar de recurrir a motivaciones externas.


Texto inspirado en el libro “La felicidad de nuestro hijos”, de Wayne W. Dyer

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Acompañamiento al niño 0-3 en casa.

El ser y estar en casa 24 horas al día cada día en tiempos de confinamiento nos ha hecho seguramente buscar nuevas formas de convivencia y nuevas rutinas en el hogar a las que no estábamos acostumbrados. Pero estar juntos tanto tiempo muchas veces no significa tener un acompañamiento de calidad que nos permita a todos, un tiempo para compartir y un tiempo para estar solos.

Ahora más que nunca debemos encontrar el equilibrio entre lo que siento y lo que necesito yo como adulto, y lo que sienten y necesitan nuestros hijos. La clave de este equilibrio está en la observación continua de nuestras necesidades y las de ellos para poder responder acertadamente.

Disciplina Positiva

La Disciplina Positiva es una manera de entender al otro viendo más allá de su conducta, respetándole y respetándonos a nosotros mismos, centrándonos en dar aliento, conectar y haciéndole sentir útil e importante. Resalta la importancia de vivir en comunidad y de tratar a todos con la misma dignidad y respeto independientemente de edad, sexo o condición social.

Aunque tiene sus orígenes en la relación adulto-niños tanto en casa como en el colegio, hoy en día tiene presencia en muchos ámbitos como las relaciones de pareja, las empresas y los entrenadores deportivos.

En el caso de la primera infancia somos conscientes de que es vital tener en cuenta que el cambio empieza por el adulto. Creemos que la mejor manera de impactar en los niños es con el ejemplo y con las emociones que logras generar en ellos a través de la relación.

La Navidad desde la Filosofía Montessori

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Cuando tenemos hijos la época de navidad cobra una nueva dimensión. Es una oportunidad perfecta para reencontrarnos, compartir, cocinar juntos, preparar regalos, viajar. Y, es que la magia de la navidad renace al estar rodeados de las personas que realmente nos importan más allá de las historias que rodean este momento.


El significado de la Navidad es el que le damos según nuestras experiencias vividas. Si nuestra experiencia ha sido buena, nos hace mucha ilusión trasladar ese sentimiento a nuestros hijos, entendiendo que hay muchas formas de celebrarla. Esa es la riqueza del mundo, distintas tradiciones, distintas personas y distintas formas de percibir la vida.

Hablar de la Navidad desde la Filosofía Montessori, a muchos de nosotros nos genera conflictos internos en base a lo que está bien o está mal y nos causa muchas dudas. Como adultos queremos vivir la magia por un instante, apartarnos de la realidad a través de las historias que creamos y no pensamos en todo lo que significa trasladar este mundo mágico a nuestro hijos.

Y, ¿Cómo abordar la magia que envuelve estas fiestas?

Es muy importante ser sinceros con los niños, desde el primer momento. De esta manera estamos creando bases sólidas en la relación padres/hijos. Explicar a un niño la verdad sobre cualquier tema, ayuda a crear una relación sana. En una relación donde no se oculta nada, donde todo es transparente y no hay contradicciones, se genera la confianza del niño en sus padres y en su entorno. Si toda la vida has vivido rodeado de mentiras será mucho más difícil ser un adulto confiado.

La ilusión de un niño no se tiene que buscar. Un niño es capaz de emocionarse con la realidad.

 
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La imaginación es la capacidad para concebir ideas a través de la realidad o de lo que cada uno ve. Lo que hacen los artistas por ejemplo; a través de lo que sienten y ven, crean.

La imaginación nace en la mente del niño a través de la información que ha recibido del mundo real. Por ejemplo, con una caja de cartón es capaz de construir una casa o un cohete, o cualquier otra imagen previamente conocida.

A veces creemos que la fantasía fomenta la creatividad y la imaginación, pero justo lo contrario. La fantasía no aporta nada en edades tan tempranas, porque para los niños la fantasía es real, ellos lo creen de verdad. Esto no es sinónimo de que la fantasía sea mala o que nunca podrá tenerla, es que hay que entender cuál es el momento ideal para absorber este concepto.

El cerebro del niño, hasta los 5-6 años no está maduro. El niño no imagina, CREE EN LAS COSAS REALMENTE. Por ejemplo, si le dices que ves un gato volar, él va a mirar al cielo pensando que va a ver un gato volar. Será a partir de los 6 años que el niño tendrá la capacidad de pensamiento abstracto y podrá diferenciar la realidad de lo imaginario.

La fantasía no es mala, solo hay que preparar al niño para que pueda absorberla adecuadamente. Cuando él sea capaz de recibir información y llevarla al plano de lo abstracto, allí podrá fantasear, entender la metáfora o el doble sentido de algunas frases o palabras que usamos de forma cotidiana.

Según María Montessori en el discurso que dio en la Child Studio Society, una educación basada en la realidad prepara al niño para que pueda recibir el mundo de forma exacta y precisa.

La primer infancia, ocurre en el período de 0-6 años, en esta etapa el niño vive en su primer plano de desarrollo un período de FORMACIÓN TRASCENDENTAL. En esta etapa su mente es ABSORBENTE, absorbe todo lo que le rodea de forma inconsciente e instantánea y lo encarna en su propio ser.

En esta etapa se están asentando las bases del hombre. Se está creando la mente lógica. El niño absorbe, almacena y su mente va creando conexiones que le permiten tener más o menos orden mental, dependiendo de lo que viva y de cómo pueda organizar el niño las experiencias que recibe de su ambiente.

Por eso en esta etapa, desde la filosofía Montessori, se mantiene al niño siempre en la realidad. Una realidad que se le trata de presentar, a través de su ambiente, de la forma más accesible y lo más ordenada posible para que su mente pueda ir organizando conceptos. De esta primera organización dependerá nuestra claridad, nuestra organización mental y nuestra estructura cerebral el resto de la vida. Esta no es una etapa cualquiera en la vida del ser humano. Es la gran etapa, la etapa de la formación del hombre.

La Verdad siembre

acaba por saberse.

Y aunque la mentira haya sido “piadosa” y sin mala intensión, ese momento cuando uno se encuentra cara a cara con esa verdad, se desilusiona y genera desconfianza en el futuro. Cuando finalmente el niño descubre que Santa o los Reyes son los padres, su razonamiento alcanza un determinado nivel que le lleva a la conclusión de que todo es falso, de repente parece que el niño ya no es niño, porque ha construido ilusiones sobre cosas imaginarias. Se destruyen, no sólo esos razonamientos lógicos que el niño tenía construidos en su imaginación, si no otros sobre la confianza en las personas, sobre la mentira, sobre la manipulación y sobre los valores.

Decir la verdad tanto a niños como en nuestras relaciones adultas supone darle valor a esa persona y confiar en su inteligencia. Además con la verdad ayudamos a que los peques aprendan sobre la vida real, dando razonamientos cortos y sencillos para que aprendan a razonar y a comprender el funcionamiento de las cosas. Con explicaciones ficticias el niño también va estableciendo razonamientos, la diferencia es que SU realidad no va a coincidir con la realidad, con lo cual, muchos razonamientos serán erróneos, contradictorios, dispersos, distorsionados y esto aleja al niño de un orden mental.

Como decía nuestra mentora Maria Montessori, los niños aprenden más del ejemplo que damos, que de lo que les decimos. No podemos pretender tener hijos honestos y sinceros, si nosotros mismos manipulamos sus ilusiones, mentimos, y les construimos todo un mundo imaginario paralelo.

Los niños van creando su modelo de razonamiento, sus conexiones neuronales y su modo de ver el mundo a medida que crecen. Lo que realmente es complicado, es afrontar el día en el que se tenga que borrar todo en lo que se creía para empezar a construir una nueva realidad.

Los libros con cuentos son nuestros mejores aliados a la hora de explicarle a los niños cuestiones complejas que no sabemos manejar.

Una relación sincera con nuestros hijos les proporcionará seguridad.



Lo más importante al momento de abordar la Navidad en la familia es encontrar un equilibrio entre lo que deseamos, lo que nos hace felices y lo que creemos que es correcto para nuestros hijos.

Recuerda siempre que la Magia de la Navidad está en nosotros, en el ambiente que generamos en el hogar y en nuestro grupo familiar, en compartir el amor y disfrutar.

Éstas son algunas ideas para compartir ésta época en familia desde la experiencia real:

  • Celebrar la unión compartiendo momentos de calidad con los niños y la familia.

  • Hablar siempre con lógica, sin confundir al niño.

  • Decorar juntos la casa.

  • Construir adornos.

  • Fabricar regalos en casa, hacer felicitaciones navideñas con la participación de los niños.

  • Cocinar juntos.

  • Preparar bandejas sensoriales con conceptos navideños.

  • Hacer juegos en familia.

  • Hablarles sobre las distintas formas de celebrar la navidad. Puedes apoyarte en cuentos para niños que puedes conseguir en muchas librerías.

  • Construir un calendario de adviento para preparar al niño para la noche de navidad. Puedes construirlo con muchas ideas que hay en internet, poner dentro mensajes con los valores que quieres transmitir, galletas, chocolates, etc. Los niños se lo toman como un juego, les genera emoción y entrenan su sentido de la paciencia.



 
 


Lo más importante es, ser coherentes con el concepto de Navidad que decidamos transmitir en el hogar y vivirlo desde nuestra realidad con amor.

En conclusión, como todo en la vida nada es blanco o negro. Cada familia tiene que seguir su corazón y todo lo que se hace con AMOR es lo mejor. No hay una sola forma de hacer las cosas, saber que los regalos son de mamá y papá o si los trae Santa o Los Reyes, no hace que las fiestas sean más o menos lindas. La tradición, las emociones que depositamos en estos días, el amor que nos genera juntarnos con la gente que más amamos, los buenos deseos y el compartir es lo que hace que las fiestas sean lo que son. Y con conciencia sobre crianza, prueba y error, conocimiento y experiencia, poco a poco vamos a alcanzar nuestra mejor versión como padres.

¡Un abrazo familias y Felices Fiestas!

 
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Estemos atentos a las oportunidades

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En nuestro día a día familiar tenemos muchas oportunidades para acompañar a nuestros hijos en el descubrimiento del mundo que les rodea, y en las ocaciones de aprendizaje que este descubrimiento conlleva.

La observación consciente en la filosofía Montessori es clave para saber acompañarlos en estas ocaciones que muchas veces se nos escapan sin darnos cuenta. Dedicar algunos momentos del día a observar el comportamiento de nuestros hijos, sus momentos de independencia, sus intereses, los tipos de juegos, los juguetes que eligen, los horarios incluso del baño, de hambre, de berrinches, etc.; nos sirve mucho para conocer mejor las necesidades y deseos internos de nuestros hijos.

Esta observación debe ser objetiva, sin críticas ni juicios.

Podrías apuntar en un cuaderno las cosas más relevantes para tenerlas siempre presentes y recurrir a él cuando necesitemos refrescar algo importante. Te darás cuenta, al revisarlo un tiempo después, que los niños pasan por muchas etapas y que sus necesidades cambian continuamente a medida que crecen.

Tener un ambiente preparado en casa que responda a las necesidades de cada etapa es muy importante para asegurarnos de un desarrollo armónico. Un ambiente preparado es, un ambiente pensado para el niño, donde pueda moverse, investigar, manipular, jugar y experimentar libremente. Este movimiento libre, sin restricciones, es beneficioso no sólo para su desarrollo físico e intelectual sino además, emocional. Le ayudará a auto-gestionarse, a ser pro-activo y autónomo, tanto de niño como de adulto.

En nuestras casas es necesario que el niño tenga espacios donde pueda sentirse libre, por mas grande o pequeño que sea nuestro hogar, y permitirles explorar por ellos mismos. Teniendo en cuenta por supuesto, la necesidad de límites, con pocas reglas pero muy claras que le permitan ser parte de su hogar en libertad.

Disponer de un hogar en el que conviven niños y adultos significa dejar a la altura del niño todo lo que no sea peligroso y que puedan tocar; y poner a la altura del adulto todo lo que sea de su uso exclusivo.

Esta libertad de movimiento en la infancia le traerá numerosos beneficios en su vida. Tratemos de ver nuestro hogar desde su perspectiva, poniéndonos a su altura. El ambiente preparado ayudará al niño a que haga las cosas por sí mismo y, al aprender en armonía a través de la libre elección de trabajo, esto promoverá su responsabilidad y confianza en sí mismo.

 
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Tener un ambiente preparado es clave pero también lo es estar atento a las oportunidades que se presentan en el hogar.

 

Al encuentro de

las oportunidades

Dejar a los niños en libertad muchas veces supone para nosotros la espera de una “consecuencia negativa” a una acción en específico. Lo que quiere decir, que cuando dejamos a los niños a su libre albedrío es muy probable que ocurran situaciones que no podemos controlar.

Muchas veces las cosas se dañan a causa de los niños. Porque sin querer rompen nuestro jarrón favorito, manchan el suelo, pintan paredes, etc. Y nuestra primera reacción suele ser siempre negativa: “Mira lo que has hecho”, “Eso no se toca”, “Que distraído eres”.

Te gustará escuchar que estos accidentes comunes son OPORTUNIDADES MARAVILLOSAS para trabajar en positivo con nuestros hijos el sentido de la responsabilidad, a través de la relación causa y efecto, y el aprendizaje que generan nuestros actos.

Para acompañar a los niños de esta manera necesitamos modificar nuestra conducta, dejar a un lado los regaños y castigos; y reemplazarlos por métodos más respetuosos y positivos, mostrando que cada cosa que hacemos tiene una consecuencia lógica, bien sea positiva o negativa.

Os doy un ejemplo claro:

 

Sebastián (9 años), tuvo la idea de jugar en casa con arco y flecha siendo la pared, el blanco. El resultado fue: Agujeros en la pared.

¿Cómo reaccionarías tú?

a. Con gritos, quitándole el juguete y castigándole. Y además tendrás tú que reparar la pared.

b. Mostrando la consecuencia de su juego y enseñándole a reparar los daños. Además compartir una actividad que le generará un aprendizaje positivo.

La opción escogida fue ésta 😀:

 
 

¿Cuál es el aprendizaje que se ha generado en Sebastián por un acontecimiento imprevisto?

  • El niño se ha hecho consciente de sus actos.

  • Ha podido asumir las consecuencias de su error desde la tranquilidad y la empatía del adulto.

  • Ha sabido mirar la parte positiva, la solución.

  • Ha experimentado la satisfacción de haber solucionado un problema por sí mismo.

  • Ha fortalecido su autoestima.

  • Ha adquirido un nuevo conocimiento: utilizar masilla y herramientas de construcción.

Otros casos en el hogar para aprovechar las oportunidades son el reciclaje de cosas viejas, sobre todo las que más conexión le han generado. Por ejemplo, peluches que ya están rotos, sofás descosidos, etc. En vez de deshacernos de ellos, podemos arreglarlos juntos y dejarlos como nuevos.

 
 

En el exterior también se nos presentan oportunidades maravillosas. En la terraza o el jardín pueden visitarnos algunos nuevos amigos, como por ejemplo: insectos, lagartijas, etc.

Tengamos siempre a mano elementos que ayuden a fomentar la curiosidad de los niños.

En el mercado hay varios KITS para exploración de insectos que recomendamos mucho tenerlos siempre en los hogares, tanto para este tipo de “visitas inesperadas” como para paseos por los parques y la naturaleza.

 
 

Los juguetes también necesitan mantenimiento. Una bicicleta a la cual se le ha salido la cadena, un coche que ha perdido una rueda; son ejemplos de actividades que surgen en la cotidianidad y que podemos aprovechar para generar un aprendizaje en los niños, además de compartir un tiempo de calidad.

 
 

En el día a día en casa, tenemos muchas tareas de las cuales ocuparnos, algunas programadas y otras que van surgiendo espontáneamente.

Nuestra primera reacción es resolver el problema nosotros mismos pero una tarea que nos da pereza, o que sentimos como una obligación o simplemente algo que tenemos que resolver con nuestros hijos, se convierte instantáneamente en una aventura, en algo emocionante y divertido. A su vez, transmite valores sobre responsabilidad y como siempre decimos, que los niños se involucren en tareas reales con resultados concretos, los ayuda a sentirse realizados y confiados con ellos mismos.

A veces, los adultos necesitamos ayudantes de lujo y seguramente los niños serán la compañía perfecta para resolver dificultades.

 
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La tecnología en la familia

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Cuando hablamos de tecnología y niños hay muchos temas que abordar. Porque hay distintas ramificaciones y puntos en los que centrarse, porque como todo en la vida, nada es blanco o negro y no depende de un solo factor, sino muchos factores relacionados entre sí.

Como punto de partida, siempre, proponemos buscar respuestas iniciando el camino de la auto observación. En este caso, ver cómo es NUESTRA RELACIÓN personal con la tecnología, cómo nos llevamos con ella. Cuanto tiempo pasamos con el teléfono en la mano, solos o delante de nuestros hijos. Cuán dependientes o adictos somos nosotros. Cuando estamos solos con los niños, ¿guardamos el teléfono?, ¿O gran parte del tiempo compartido lo pasamos mirando la pantalla?.

Lo primero que hay que entender acerca de los niños es que no importa lo que nosotros les digamos, ellos nos observan todo el tiempo e imitan y aprenden de lo que hacemos. No podemos pretender enseñarles a utilizar la tecnología de manera responsable o negarles el uso de las nuevas tecnologías, cuando nosotros no podemos apartarnos de ellas.

El primer paso entonces, es analizar nuestra relación con la tecnología y ver si tenemos que realizar algún cambio (mínimo cuando estamos con los niños). Si esperamos un cambio en el otro o influir de manera positiva en los niños, con nuestro ejemplo, estamos generando la mayor fuente de enseñanza. Siempre antes de encarar cualquier enseñanza hacia otra persona, debemos mirarnos nosotros mismos y cambiar esos hábitos que pretendemos que cambien los demás.

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Si entramos en cualquier restaurante un sábado o un domingo a mediodía, es muy probable que veamos a una familia completa comiendo tranquilamente y a varios de sus miembros, sobre todo a los más pequeños con la mirada dirigida a la tablet o al móvil, donde uno de sus padres le ha puesto contenido para que se entretenga.

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Se trata de una escena impensable hace años y que causa reacciones encontradas. Por una parte, hay quien observa con felicidad cómo los niños “no molestan” y cómo están entretenidos con quizás una serie educativa. Otros, con estupor, ven en ese mismo lugar a críos que no interactúan con nadie, siempre estimulados por una pantalla, que ya no saben entretenerse si no es con pixeles.

Ambas reacciones son igual de válidas y numerosos estudios, tanto a favor como en contra del uso de las tecnologías, son baluartes de estas opiniones.

Vivimos en un mundo donde la tecnología es parte de nuestro día a día y aprender a convivir con ella es un gran desafío, sobre todo a la hora de educar a los niños.

Algunos consejos útiles para adaptarnos a esta nueva era tecnológica y los nuevos retos que lleva consigo:

  • Tratemos de salir siempre con algunos juguetes (en lo posible pequeños, no costosos, que sean novedosos así están más entusiasmados para jugar con ellos),  con pinturas (libros para colorear, los que tienen stickers, etc.), juegos pequeños de mesa, cartas, libros, etc.

  • Elijamos el plan que vamos a hacer en función de los niños: Muchas veces queremos que los niños se adapten a nuestros planes, pero es mucho más sencillo que hagamos planes acordes a la edad que tienen nuestros hijos. Paseos al aire libre, estar fuera rodeados de naturaleza, visitar museos, hacer PicNic en el parque, viajar con ellos, aprovechar los planes para niños que ofrece la ciudad, hacer planes con amigos que también tengan hijos para que jueguen entre ellos, etc.

  • Si decidimos darles el Ipad o el móvil, encontremos contenido adaptado y útil. Los niños pueden aprender a través de aplicaciones y contenido disponible tanto en aplicaciones específicas como en Internet de forma sencilla y directa. Pero que darles la tecnología no sea la regla sino la excepción.

    Para los padres, poder seleccionar un contenido adecuado es una gran ventaja frente a otras fuentes de entretenimiento como la televisión, en la que no podemos controlar su contenido. Hay aplicaciones de series, de documentales, de películas, en las que podemos hacer una lista cerrada de reproducción y controlar al 100% lo que ve el niño sin preocuparnos de que vea algo poco adecuado.

  •  Existen juegos didácticos relacionados con la lectoescritura, memoria y cálculo mental. Muchas aplicaciones están creadas con el fin de estimular la educación de los niños y algunas parcelas concretas de su aprendizaje mediante juegos y cuentos.

  • Define ciertas normas para tu hijo a la hora de utilizar la tablet o el móvil; por ejemplo, “no utilizamos youtube”, “no abrimos el whatsapp de mami”.

  • Busca momentos específicos para compartir con tus hijos sin tener el móvil en mano. Por ejemplo, a la hora de comer, a la hora de jugar juntos, a la hora de leer, cuando salgamos juntos al parque. Son más valiosos pocos momentos de calidad que muchos momentos sin conectar con tus hijos.

“Tengamos siempre en cuenta que si decidimos darles los dispositivos tecnológicos, debemos siempre controlar lo que ven, lo que juegan y EL TIEMPO en el que están expuestos. El tiempo tiene que se limitado ya que un niño frente a una tablet o un smartphone, es un niño que no habla, que no se relaciona durante ese rato, que mantiene sus ojos pegados a la pantalla y que no quiere jugar a nada. Un niño a fin de cuentas aislado”.

Existe un estudio muy conocido realizado por el pediatra Peter Winterstein, donde han analizado los dibujos de más de 2000 niños de entre 5 a 6 años y comparó las diferencias entre niños que veían un máximo de 60 minutos al día de TV, y niños que estaban expuestos más de 3 horas. Los resultados son impactantes:

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No olvidemos tampoco que es un Entretenimiento fácil vs Entretenimiento difícil. La aplicación ofrece todo lo que el niño necesita sin que él tenga que trabajar. En cambio, cuando el niño juega solo, necesita estimular su creatividad e imaginación para poder divertirse. Ese “esfuerzo” tan positivo puede dar pereza al niño, que con un dispositivo electrónico lo tiene todo más fácil.

Debemos estar atentos a que la tecnología no cree dependencia. Los expertos están de acuerdo con que los dispositivos electrónicos pueden causar adicción y dependencia, sobre todo si el uso de estos aparatos se hace sin ningún tipo de límites.

Sin la supervisión adecuada, el niño puede acceder a contenido no permitido (violento, íntimo) con facilidad, con los problemas de todo tipo que ello supone.

Dentro de casa, te proponemos algunas ideas para dejar la Televisión y el Ipad de lado:

  • TENER UN AMBIENTE PREPARADO PARA EL NIÑO: Para que pueda moverse libremente en él y dónde pueda satisfacer sus necesidades de juego y aprendizaje.

  • LIBROS: Tener una amplia biblioteca de libros al alcance del niño. Crear juntos una rutina de lectura.

  • JUGUETES NATURALES: Una alternativa super enriquecedora y económica. Algunos palitos, agua, piñas, etc. al alcance del niño bastarán para que se distraiga, imagine, juegue.

  • JUEGO SIMBÓLICO: A partir de los dos años y medio/ tres a los peques les empiece a gustar jugar a imitar la realidad que observan.

  • JUEGOS DIY CASEROS: A veces los niños tienen sus juguetes tan vistos que ya no les entretienen, ahí es cuando hace falta improvisar y sacar la imaginación a pasear. Hay muchas páginas donde puedes sacar idea para crear materiales DIY (Do It Yourself)

  • PINTAR Y MOLDEAR.

  • COCINAR JUNTOS.

  • TAREAS COTIDIANAS DE LA CASA: Incluirlos en las actividades cotidiana de la casa es 100% beneficioso para ellos. No hace falta comprar la cocinita de juguete o el juego de herramientas. Puedes aprovechar lo que tienes en casa; objetos reales que puedan utilizar los niños, siempre bajo observación.

Te invitamos a escribirnos tu experiencia en el manejo del uso de la tecnología, nos encantaría recibir tus comentarios!

 

Cariños,

Daniela

Montessori para bebés

Siempre había escuchado muy por encima acerca de la pedagogía Montessori y desde el nacimiento de mi hijo comencé a leer algunas cosas en la web, pero había tanta información que no lograba estructurarla ni sabía por dónde empezar. Aun así no dejaron de atraerme sus ideas y no paraba de leer, y cada vez me enamoraba más de esta propuesta. Un tiempo después, cuando Sebas tenía aproximadamente 5 años decidí tomar un Master en Educación Montessori 0-6 años para darle forma a toda esta información

Esta decisión fue para mí, la mayor revelación de mi vida, del desarrollo del ser humano y del mundo. Suena increíble, ¿no? Llegué a preguntarme mil veces, y todavía me lo pregunto, 4 años después, ¿Porqué no supe antes de todas estas cosas?

Esta ha sido mi mayor motivación para dedicarme a transmitir a todos los nuevos padres todos estos conocimientos y experiencias vividas a través de mis lecturas, tanta investigación, los estudios y mi propia experiencia.

Así pues, puedo asegurarte que conocer más de esta filosofía y del desarrollo de tus hijos desde la gestación, no sólo te dará una mirada más confiada, segura y libre acerca del acompañamiento al niño sino que incluso te dará la oportunidad de volcar una nueva mirada a tu propia vida y a comprender mejor al resto de las personas que te rodean, llevar mejores relaciones interpersonales y conectar mejor con quienes amas.



Comunicarse con bebés

Un bebé tiene una mente absorbente inconsciente que va más allá de nuestro alcance. Está tomando impresiones del mundo que le rodea sin ningún esfuerzo y sin parar, absorbiendo todo lo bueno tan fácilmente como lo malo, sin discriminaciones.

Así que crear un ambiente positivo alrededor del niño es determinante:

  • Que sea hermoso para que absorba la belleza.

  • Que esté bien estructurado para que pueda formar su orden mental.

  • Que utilicemos un lenguaje rico para que pueda asimilar el mundo ampliamente.

  • Que sepamos cómo tocarlo suavemente y de manera respetuosa para crear conexiones de amor y autoestima.


Desde el principio puedes ayudar a tu bebé a sentar las bases de la forma en que explorarán y la manera en cómo se sienten acerca de ellos mismos. Por ejemplo brindándoles la oportunidad de descubrir por ellos mismos cómo responder a su interacción con los objetos, dejándole tiempo para explorar su espacio y responder a sus esfuerzos.

El bebé desde su nacimiento es un buscador activo en su mundo; todo lo que le damos directa o indirectamente, lo recibe. Entonces, incluso si todavía no pueden responder a lo que le decimos:

  1. Háblale al bebé mirándole a la cara siempre que sea posible.

  2. Utiliza un tono suave y seguro.

  3. Narra alguna de las cosas que estén sucediendo a su alrededor y que tengan que ver con él, como por ejemplo, “Nos estamos preparando para ir al parque”.

    Ten en cuenta que cuando están recién nacidos su visión es muy limitada. Te dejo un par de enlaces muy interesantes para que puedas informarte más en cuando al desarrollo de la vista:

    https://www.dodot.es/recien-nacido/crecimiento-y-desarrollo/articulo/la-vista-en-bebes-de-0-a-6-meses

    https://www.bebesymas.com/recien-nacido/cuanto-como-ve-recien-nacido-durante-primeros-meses

  4. Hazle preguntas aunque no puedan todavía responderte, “¿Escuchas el camión de bomberos?”.

  5. Cuando cojas al bebé, es importante comunicarle que vas a hacerlo. Si vas a cambiar su pañal por ejemplo, primero dices, “vamos a cambiar el pañal”. Cuando vas a limpiar su nariz, “vamos a quitar los mocos”. Cuando lo desvistes puedes narrarle lo que estás haciendo, “Quitamos el pantalón, primero una pierna, y luego otra...”

    Hacer esto, les da no sólo mucho conocimiento de su día a día, si no mucha seguridad y verás que con el tiempo, cuando hayas terminado una acción rutinaria como la de vestirse, él buscará la forma de levantar su cabeza como diciendo, “Ya estoy listo”.

  6. Cuando salen, muéstrale cosas, por ejemplo: “Mira estas flores, son de color rosa. Huelen muy bien.”

  7. Usa un lenguaje muy rico, por ejemplo, nombra los árboles/plantas según su tipo, los animales según su raza, los autos según su tipo, etc.

  8. No minimices tu forma de hablar, se dulce pero sin modificar tu voz.

  9. Responde a sus intentos de comunicarse.

  10. Repite los sonidos que hacen.

  11. Toma turnos con ellos, permíteles sacar la lengua y luego tú. están aprendiendo a tomar turnos en la comunicación.

  12. Lee libros. Nunca es muy pronto para leer. Comienza con libros con imágenes en blanco y negro. Luego libros de palabras simples con bellas imágenes, y pasa luego a libros con rimas. Si en tu familia uno de los dos padres es el que se comunicará en inglés con el bebé, los libros del Dr. Seuss son una buena opción para esta etapa.

    Alrededor de un año los libros con solapas son geniales.



Materiales Montessori para bebés


1. Materiales naturales.

Busquemos siempre la posibilidad de ofrecer objetos hechos con materiales naturales y fibras, por ejemplo, madera, caucho, metal, papel, diferentes telas. Estos materiales aportan más información, son más ricos en texturas, además en peso y temperaturas, así que seguramente sentirán mayor interés.


2. Sólo lo necesario.

Se más selectiva a la hora de comprar, no te dejes llevar por la enorme cantidad de juguetes en las tiendas. Ten a su alcance un par de cosas a la vez para que pueda escoger más fácilmente. Permítele también explorar los objetos del hogar.


3. ¿Qué necesita?

Para saber qué ofrecerle a tu hijo, la mejor herramienta es LA OBSERVACIÓN, míralo detenidamente y sin interrumpirlo. Si ves que pierde interés rápidamente en lo que está haciendo, puede ser demasiado fácil o incluso demasiado difícil. Permite algo de lucha, pero con suficiente posibilidad de éxito.

Cada vez que ofrezcas un juguete, observa a tu hijo para ver cómo responde, para ver qué es lo que está trabajando para dominar. Si está agarrando una pulsera, ofrece más oportunidades de agarre. Cuando comience a levantarse, ofrece más oportunidades en el ambiente para que pueda lograrlo.


4. Móviles Montessori para bebés a partir de 0 meses.

Existe una serie de hermosos móviles que siguen el desarrollo del bebé. Te adjunto un post que tiene una guía muy bien explicada:

http://www.pequefelicidad.com/2016/10/moviles-montessori.html

Puedes elaborarlos tú mism@ como lo explica el enlace anterior, pero si no tienes tanto tiempo, puedes conseguirlos en este enlace:

https://montessoriparatodos.es/85-infant


 
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5. Algunos juguetes Montessori para bebés de 3 a 8 meses.

Una vez que el bebé puede agarrar cosas, desde alrededor de 3 meses, puedes ofrecer sonajas de madera o de tela simples y magníficos juguetes de agarre como estos:

 
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Ofrece una variedad para explorar, uno por vez. Y sólo cambia el objeto cuando el bebé pierda interés.

No te olvides de que los objetos del hogar son maravillosos para explorar: tus cucharas y utensilios de madera le ofrecerán mucho interés a un bebé curioso. Enuncia los objetos cada vez que puedas mientras exploran los objetos del hogar.

6. Algunos juguetes Montessori para bebés de 8 a 14 meses.

Estos son algunos de los materiales que usamos en nuestros talleres Montessori con bebés de 8 a 14 meses:

 
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Fomentar el Movimiento

Los niños pasan mucho tiempo en cápsulas, asientos de bicicletas, carros de paseo, asientos de auto, cuna-parques y otros sitios en donde podemos mantenerlos a salvo mientras salimos a algún sitio o estamos ocupados. Aquí hay algunas ideas para contrarrestar todo este movimiento sentado y restringido:

 

1. Tiempo de libre movimiento:

Una alfombra de movimiento en el área de la sala de estar permite que el bebé explore su cuerpo, practique estirarse, lleve los pies a la boca, se dé la vuelta y eventualmente moverse para alcanzar las cosas y finalmente gatear.

En un ambiente preparado para el bebé, puedes permitirle estar este rato sólo en la alfombra si está tranquilo, alejándote un poco y mirándolo desde lejos. Otra opción, es mover la alfombra a la habitación en donde necesites estar, por ejemplo la cocina.

 

2. Ropa cómoda:

Asegúrate de que lleve ropa que le permita el movimiento, mantén sus pies descubiertos tanto como sea posible para que tenga agarre con los dedos de los pies.

 

3. Permítele experimentar fuera de casa:

Siempre lleva una esterilla pequeña para poder poner al bebé en el suelo cuando sea posible, en el parque, en la casa de alguien, etc.

Otra buena opción es llevar un juguete nuevo cuando sales, o alguno que hace tiempo tenías guardado. De este modo estará distraído y tú podrás hacer tus recados, tomarte un café con una amig@, etc.

 

4. Proporciona materiales estimulantes para interactuar:

Todo lo que le llame la atención será una motivación al movimiento, querrá trabajar para alcanzarlos, tocarlos y explorarlos.

 

5. Ajusta su entorno para proporcionar nuevos desafíos:

Cuando comienzan a levantarse, puedes agregar una barra en la pared. También un carro de empuje proporciona una oportunidad para que un niño practique caminar.

 

6. Recoge una canasta llena de bolas suaves:

Una vez que se arrastra, la actividad favorita puede se una canasta de pelotas blandas para perseguir, practicar rodar y atrapar, y fácil de agarrar con manos pequeñas.

Estas bolas sensoriales también son un éxito en nuestros talleres:

 

 
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Nota especial: trata de evitar sostener las manos de tu hijo para que pueda caminar. Si no lo hace por sí solo, es posible que no esté listo para sostenerse. En su lugar, crea espacios que le permitan a tu hijo muchas oportunidades para levantarse y muebles para navegar.

 

Lecturas recomendadas, que te ayudarán a seguir la evolución del niñ@:

  • Un ser Humano, Silvana Quattrocchi Montanaro

  • El Niño, el secreto de la infancia, María Montessori

  • Los principios del cerebro en los niños, John Medina


Fuentes consultadas:

Un ser Humano, Silvana Montanaro.

El niño, el secreto de la infancia, María Montessori.

themontessorinotebook.com

 

Alentar a un niño desde la Disciplina Positiva

Alentar a un niño desde la Disciplina Positiva

Tanto la filosofía Montessori como la Disciplina Positiva nos dan otra perspectiva con respecto a la mirada hacia al niño y a la manera de acompañarlos en su desarrollo.

Todos tenemos las mejores intensiones con respecto a nuestros hijos y tratamos de hacer lo mejor que podemos. De eso no hay duda alguna! Pero estamos educados de una manera tradicional y tenemos nuestras experiencias y paradigmas mentales. Nos cuesta poder salir de ahí y entender que hay otras formas de educar y de acompañar a los niños.